Es un evento que se ha esperado con ansias desde hace más de una década, pero todo indica que para el mes de octubre del 2021 finalmente se realizaría el lanzamiento del telescopio espacial James Webb, el cual presenta unas características únicas en su estilo, que va a transformar nuestra visión del cosmos.

Qué es el telescopio espacial James Webb

Consiste en un observatorio espacial, que fue desarrollado con la colaboración de aproximadamente 17 países, y bajo la construcción de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense.

Su desarrollo inició en el año 1996, su nombre original era Next Generation Space Telescope (NGST), pero posteriormente, en el año 2002 cambió su nombre a James E. Webb, como un homenaje al funcionario que se encargó de administrar NASA entre 1961 y 1968, con un papel relevante en el Programa Apolo.

A finales del año 2016 culminó su construcción, de acuerdo a la NASA, y comenzaron algunas pruebas, pero fueron detectados varios problemas técnicos, por lo que su lanzamiento previsto para el 2018 fue atrasado para marzo del 2021, sin embargo, debido al covid-19, se generó un nuevo retraso, y la nueva fecha tentativa es octubre del 2021.

Qué hace a este telescopio tan especial

Es un telescopio que será lanzado a millones de kilómetros de la tierra, y de acuerdo al valioso grupo de profesionales que se encargó de su diseño y construcción, este equipo tendrá la capacidad de detectar cualquier galaxia en el universo.

Además, una cualidad muy particular, y es el instrumento creado por un equipo de especialistas de Edimburgo, el cual se denomina Mid Infrared Instrument (MIRI), que puede medir el rango de longitud de onda del infrarrojo medio.

A diferencia de un detector de cualquier instrumento que te puede recomendar el cerrajero para el sistema de seguridad de tu hogar, el MIRI es un detector de gran importancia, porque está orientado a la posibilidad de mirar hacia lo más remoto del pasado.

¿Mirar al pasado será posible?

De acuerdo a los especialistas en el área, la capacidad de mirar el pasado está relacionada a la velocidad de la luz, la cual es 300.000 Km/s. Esto se basa en el principio de que mientras más lejos está un objeto del observador, más atrás podrá ver en el tiempo.

Entonces, la luz del Sol llega a la Tierra en un lapso de 8 minutos, por lo que al ver el Sol desde la Tierra, en realidad lo que se puede ver es como era el Sol 8 minutos antes.

Otro ejemplo es que, cuando se menciona que se ha logrado visualizar una estrella que se encuentra a una distancia de mil millones de años luz, lo que en realidad significa, es que el observador está apreciando como era esa estrella hace mil millones de años.

Considerando este principio, el telescopio James Webb tendrá una ventaja respecto a todos los demás, y es que podrá percibir los datos a través de la luz infrarroja, con la cual se podrá detectar hasta los objetos más lejanos, porque no existe atmósfera que distorsione la percepción, y logrará ver puntos del pasado remoto y detectar objetos que son invisibles para todos los demás.

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